ATAQUES DE PÁNICO: LA AMENAZA DEL CUERPO.

¿Qué es un ataque de pánico?

Un ataque de pánico es una reacción física y mental ante una situación de ansiedad elevada que se da en un lugar determinado. Por ejemplo, en un centro comercial, en un supermercado, en un examen.

Esta ansiedad conlleva una percepción de amenaza respecto a nuestra integridad física y genera una serie de respuestas de control y evitación de síntomas corporales y lugares que se relacionan con la ansiedad.

¿Qué ocurre en un ataque de pánico?

En un ataque de pánico se desencadenan una serie de factores internos que acaban por generar diferentes síntomas. El sistema nervioso se sobreexcita y el circuito que activa el sistema de alarma se descompensa generando una sensación de amenaza o peligro intenso. Esto provoca que la persona ponga el foco en los síntomas corporales de la ansiedad y que los amplifique. A continuación se exponen brevemente los eventos internos más característicos de la ansiedad que pueden generar un ataque de pánico:

  • La ansiedad y el miedo que se genera provoca una serie de síntomas corporales aversivos y provoque una reacción ante la amenaza.
  • Respira más rápido para poder suministrar más oxígeno a los músculos.
  • El corazón late más rápido.
  • El sistema digestivo disminuye su actividad para que el cuerpo pueda centrarse en la amenaza inmediata.
  • Los músculos se contraen preparando al cuerpo para las respuestas a la ansiedad.

Por esto, la persona piensa que algo malo va a ocurrirle (un infarto, un desmayo, pérdida de control mental, sensación de pérdida de control de las vísceras…).
El problema es que esto ocurre normalmente cuando no hay una amenaza real. Es importante saber que un ataque de pánico es desagradable pero no peligroso para nuestra integridad física y que nunca va a suponer un riesgo más allá de las sensaciones incómodas de sus síntomas.


Un ataque de pánico puede suceder por numerosas razones:

  • Estrés mantenido durante un tiempo prolongado (pandemia, trabajo excesivo sin descanso, sobrecarga de la vida cotidiana, incapacidad de afrontar las exigencias del entorno…).
  • Preocupaciones sobre la salud. A veces la persona está tan preocupada por su salud que dedica mucho tiempo a comprobar su cuerpo. Esto conlleva una hipervigilancia que amplifica las señales corporales propias de la ansiedad.
  • Durante una enfermedad leve que preocupa a la persona.
  • Niveles de ansiedad elevados y mantenidos durante un tiempo prolongado.
  • De la nada. Algunas veces no hay un origen claro, se dispara el sistema corporal de alarma y desencadena estos ataques de pánico. Esto puede deberse a las relaciones entre sucesos en nuestro inconsciente ya que la memoria funciona por relaciones y derivaciones. A veces, este proceso se produce fuera del alcance de la consciencia.

¿Qué hace que se mantengan los ataques de pánico?

Existen una serie de reacciones que se dan al sufrir un ataque de pánico. Estas reacciones se dan en diferentes niveles y en la mayoría de los casos están presentes y forman parte de las respuestas de la persona ante la experiencia del pánico. Podemos distinguir tres niveles:

Cuerpo: con la ansiedad la persona experimenta síntomas corporales que pueden ser interpretados como catastróficos. Respiración acelerada, aumento del ritmo cardiaco, tensión muscular que puede provocar sensación de mareo.


Pensamientos: los pensamientos catastróficos respecto a síntomas corporales pueden generar el ataque de pánico. Además, focalizando la atención en estos síntomas se produce un afecto de amplificación, lo que genera más ansiedad y más propensión al pánico. A su vez, si la persona ha experimentado un ataque de pánico es empieza a preocuparse y esto genera ansiedad que puede llevar al ataque de pánico.


Comportamiento: la persona que ha sufrido un ataque de pánico no quiere ni está dispuesta a volver a pasarlo. Esto genera una serie de mecanismos de control de la ansiedad basados en la evitación o el escape de las situaciones relacionadas con el ataque de pánico.

¿Qué consecuencias tienen en la persona los ataques de pánico?

La persona que padece ataques de pánico repetidos empieza a sentir pérdida de control, sentimientos de incapacidad, miedo a exponerse a situaciones y generalización a otras situaciones que interpreta como parecidas. Esto genera una serie de mecanismos de control y evitación que acaban por convertirse en parte del problema.

Consejos para revertir los efectos de un ataque de pánico y disminuir la probabilidad de que vuelvan a aparecer:

  • Reconocer, identificar y tomar consciencia de que se tiene.
  • Identificar los síntomas y saber que nada peligroso va a sucederle. Son desagradables pero bajo ningún concepto amenazan la integridad ni la salud de la persona
  • Técnicas de desfusión. Esto conlleva el aprendizaje de una serie de técnicas encaminadas a tomar distancia de la situación.
  • Disminuir el estrés realizando actividades de auto cuidado, límites, delegación de responsabilidades y ejercicio físico.
  • Estrategias de aceptación de sensaciones y centrar la atención en estímulo externos.
  • Cuestionar los pensamientos catastróficos relacionados con la ansiedad ( me voy a desmayar, voy a perder el control, me voy a volver loco, me va a dar un infarto, voy a dejar de respirar)
  • Enfrentarnos y mejorar nuestra actitud y comportamiento ante situaciones que generan ansiedad
  • Generar comportamientos incompatibles con la evitación de las situaciones. Exponerse a las situaciones de menos a más y dando tiempo para tranquilizarnos
  • No escapar de las situaciones que generan ansiedad
  • Reducir los comportamientos de control y seguridad. Esto aunque a corto plazo nos haga sentirnos aliviados a largo plazo genera más ansiedad y aumentan la probabilidad de que el ataque de pánico vuelva a suceder.

Conclusión

El ataque de pánico es uno de los trastornos que aparecen con más frecuencia en la consulta psicológica. Su sintomatología y las preocupaciones que genera en quien los sufre provocan mucha preocupación y desconcierto. La buena noticia es que con asesoramiento psicológico es uno de los trastornos que mejor pronóstico tiene. Si estás pasando o crees que lo que te pasa podría encajar con este trastorno, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Estaremos encantados de poder ayudarte.

Autor: Francisco García Moreno. Psicólogo con más de 10 años de experiencia en el ámbito de la psicoterapia. Master en psicología clínica y de la salud. Experto en psicología clínica por la European association of Psychology.