“Continuaré repitiendo el experimento hasta obtener el resultado correcto”

Hoy toca anécdota ilustrativa…

Años 60, Tanzania.

A los alumnos de la escuela secundaria de Magamba les permiten hacer sus propios helados . Hierven la leche que compran en el mercado y la mezclan con azúcar. Como no había espacio suficiente en el congelador, todos se afanaban por ser los primeros en colocar los suyos. Uno de estos alumnos, Erasto Mpemba, observó cómo algunos compañeros ni siquiera hervían su leche para poder meterla antes que los demás pero ¡sorpresa! sus helados no se congelaban antes que la de los que sí lo hacían.

Es decir.

Tras varias observaciones concluyó que la leche hirviendo se congela con mayor rapidez que la que está a temperatura ambiente contradiciendo no sólo las Leyes de Enfriamiento de Newton… también toda lógica .

¿Cómo va a enfriarse antes algo que está más caliente que algo que no lo está?

Aunque tanto sus profesores como sus compañeros se rieron de él cuando expuso esta realidad, aprovechó la visita a su escuela del Dr. Denis Osborne, profesor del University College Dar es Salam para plantearle sus observaciones.

Osborne, por supuesto, pensó que había cometido algún error, aún así le instó a seguir haciendo experimentos y le aseguró que haría lo mismo cuando volviera a la Universidad .

Y así lo hizo… Pidió a un técnico de su laboratorio que replicase experimentalmente la hipótesis de Mpemba. Tras los primeros resultados, el técnico le dijo que efectivamente el agua caliente se había congelado antes que el agua a temperatura ambiente a lo que inmediatamente añadió

“Pero continuaremos repitiendo los experimentos hasta que obtengamos los resultados correctos”.

Como es de suponer, los resultados fueron constantes y aunque hoy todavía hay cierta controversia sobre cómo puede producirse este fenómeno el Efecto Mpemba es ampliamente aceptado por la comunidad científica.

El efecto Mpemba contradice leyes asentadas y estudiadas durante siglos, por eso fue tan complicado demostrarlo.

La ciencia, que se jacta (y así lo hace) de basarse únicamente en la observación, la inducción y la réplica no pudo creerse esta realidad porque no entraba en sus esquemas .

Así es como funciona el cerebro humano.

Construimos un mundo en el que debemos encajar aquello que la vida nos pone delante.

No pasa nada. Es la forma que ha tenido de adaptarse al flujo incesante de información. Sólo que cuando estos esquemas son rígidos, desadaptativos o no responden a la realidad tenemos que revisarlos y no dejar que la dramaqueen sea la que nos diga qué es verdad y qué es mentira. 

Centrarnos en los hechos objetivos es un ejercicio muy eficaz para no dejarnos llevar por la sobregeneralización, la catastrofización o el todo o nada.

En definitiva, para ser más felices.

¿Y tú? ¿Crees que tienes pensamientos distorsionados que te hacen daño?

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